Seguro que alguna vez has escuchado eso de: “Si no estás bien contigo misma/o, jamás podrás estar bien con nadie”. Aunque manida, razón a esa frase no le falta, ya que, según los expertos, se alcanza la salud mental en la medida en que se toma conciencia de las propias relaciones interpersonales, o dicho de otro modo: empieza un proceso de Terapia Feminista, hazte un trabajo emocional de los conflictos con tu madre, tu compañera de trabajo, el portero o tu pareja, y ya verás como tu perspectiva va cambiando y vas estando más tranquila/o contigo misma/o.
Lo cierto es que todas las personas hemos tenido contacto con alguna forma de experiencia grupal. Las formaciones experienciales, o los grupos de apoyo o de autoconciencia son actividades que a día de hoy están ampliamente extendidas tanto en el ámbito educativo como en el laboral, de hecho, yo, como profesional de la Terapia Feminista, suelo intervenir en estos espacios compaginando la adquisición de competencias con el trabajo emocional.
La Terapia de Grupo es una forma más, y es también un tratamiento eficaz, al menos tan eficaz como la Terapia individual, y, en muchos casos, superior a ésta. ¿Por qué? Porque el escenario grupal nos proporciona una fuente diversa de relaciones sociales (todas las formas que de casa traen cada una de las personas que forman parte del grupo terapeútico), donde fácilmente vamos a poder ver reflejados conflictos o sensaciones agradables de nuestra vida cotidiana.
Formar parte de un Grupo de Terapia donde personas diferentes se relacionan entre sí facilita un espacio seguro donde poder examinar y analizar bloqueos o dificultades que puedes estar enfrentando en tu día a día como la inseguridad, la envidia, la timidez, el miedo, la atracción, la competitividad, etc.
Además, gracias a la cuidadosa mirada e intervención de tu terapeuta o terapeutas, y del resto de miembros, la Terapia de Grupo facilita un lugar seguro donde poder entrenarte en relación a esos bloqueos y dificultades, para, después, cuando te sientas preparada/o, llevarlo a tu vida. Porque la gran ventaja de la Terapia de Grupo es que el grupo mismo sirve como instrumento de cambio.
Los grupos de la Terapia de Grupo son voluntarios, se reúnen una vez cada quince días y están formados por personas que se encuentran en situaciones vitales similares. El objetivo de la Terapia de Grupo es posibilitar que, a través de la colaboración con otras persona, puedas obtener satisfacciones interpersonales en un contexto de relaciones realistas y mutuamente gratificantes, y ya de paso, aliviar síntomas de ansiedad, depresivos o de otro tipo que estés sintiendo, y revisar elementos de tu carácter que sientas que no te están ayudando, desde el apoyo de un grupo de de personas que están en la misma senda que tú.
Si estás interesada/o en iniciar un proceso de Terapia de Grupo, ponte en contacto conmigo. ¡En octubre arrancamos!