En serio, si sigues aguantando vas a explotar, amiga

Ayer escuchaba a hablar a la cantante Zahara de esa relación de años en la que sufrió un maltrato que nadie veía. Porque a menudo, las personas vemos nuestro sufrimiento como amor, como un amor infinito hacia la otra persona, y no es que la sociedad siempre se ponga del lado de ellos, es que entiende que nosotras debemos ser pacientes, comprensivas y aguantar, sobre todo aguantar.

El verbo “aguantar” es uno de los que más aborrezco porque en mis sesiones de Terapia Feminista, pero, sobre todo, en mi vida tiene un protagonismo desmesurado, como un compañero de trabajo mediocre al que de repente ascienden y no deja de mandarnos tareas inútiles.

Por eso en mi autotrabajo emocional y en el de las personas a las que acompaño siempre abro una ventana a la pregunta al “¿aguantar, para qué?” y aparecen respuestas miles entre las que destacan:

  • Para que él/ella esté bien y no sufra.   
    Para que la relación no se acabe.
  • Para que no piense(n) que soy una egoísta.

Y la más terrorífica:  Porque, ¿qué otra opción hay? Estoy acostumbrada a aguantar en tantas situaciones.

Lo que vemos en la Terapia Feminista es que uno de los problemas principales de que “una aguante”, es que acabamos por creernos que si dejamos de aguantar nadie estará ahí para nosotras, y que si un día dejamos caer el dique, las lágrimas lo rebosarán todo y nos arrastrarán.

Lo que en realidad puede ocurrir, es que las personas nos creen “tan fuertes”, que nadie le da importancia (por supuesto, nosotras tampoco) a lo que estamos viviendo, porque no verbalizamos lo dificultoso de nuestro momento o nuestro sufrimiento.

Por ello, te animo, no a dejar de “aguantar” que eso es muy fácil de decir, todas nos sabemos la teoría, sino a iniciar un proceso terapéutico en el que puedas mostrar tu vergüenza y miedo por no estar siendo lo suficientemente fuerte, bondadosa, madura, cuerda, [completa con tu palabra]. Porque vivir siendo una olla a presión, se lleva por delante demasiadas cosas, lo primero, tu salud. 

 

Hoy, 25 de noviembre, como cada año, pero, sobre todo, como cada día, contra las violencias contra las mujeres, todas ellas Violencias de Género que hacen que millones de personas en el mundo vean recortados sus derechos y su dignidad. Ni una más, ni una menos.