Usas tu móvil y tu ordenador para informarte, sentirte más cerca de tu gente e incluso para trabajar o estudiar. ¿En serio sigue sirviéndote de excusa el “no tengo tiempo” para no hacer un trabajo emocional?
Con la llegada del confinamiento, en mayo de 2019, recogí mis bártulos y durante meses, la Terapia Feminista se desarrolló en el despacho de mi casa. Las mujeres y hombres a los que acompaño, aguardaban su cita de Terapia Feminista, en sus salones, sus camas o dando un paseo. El trabajo emocional no paró, porque en aquellos tiempos, como en estos, no había que olvidar que la salud emocional es tan importante como la física.
La Terapia Feminista puede realizarse de manera presencial y también como terapia online, únicamente necesitas una buena conexión a internet, un dispositivo con el que realizar videollamadas y un espacio en el que puedas sentir que tu intimidad y tu seguridad no están puestas en juego.
Puedes compaginar trabajo emocional presencial y online en función de tus horarios de trabajo, e incluso, si viajas o vives en el extranjero, puedes recibir un acompañamiento en tu idioma y a la medida de tus circunstancias.
Si ya no tienes que desplazarte a los centros comerciales para comprarte ropa y cualquier cosa material que se te antoja la tienes a golpe de click. ¿No crees que ya va siendo hora de priorizar tu bienestar emocional?