Tú, yo y cualquiera de las nuestras hemos vivido algún tipo de violencia y nada tiene que ver con que no sepamos relacionarnos con los hombres o busquemos únicamente parejas tóxicas. Tú, yo y cualquiera de las nuestras nos hemos sentido invadidas y no porque no sepamos poner límites ante miradas o roces no deseados o no hayamos sido lo suficientemente claras con quienes nos arrancaba la ropa. Tú, yo y cualquiera de las nuestras en algún momento de nuestra vida hemos cobrado menos de lo que merecíamos y esto no se debe a que no tengamos la ambición de los hombres o no seamos capaces de atraer la abundancia a nuestra vida.
Por eso, hoy, 25 de noviembre, Día internacional de la Eliminación de la violencia contra la mujer, quiero como Terapeuta Feminista aconsejarte que no dejes jamás tu bienestar y tu salud mental en manos de un/a terapeuta que te juzgue, que no confíes en quien te culpe por no ser lo suficientemente empática, clara, femenina, paciente, generosa, buena madre…
Y a ti, psicóloga/o, quiero pedirte que dejes de patologizar a las mujeres, de hacerlas responsables de las consecuencias de una sociedad machista que no las quiere libres y que las violenta de mil y una formas.
Porque si tú, yo y cualquiera de las nuestras hemos sentido miedo por la calle, miedo en nuestras casas o nuestras relaciones no es porque no sepamos caminar, es porque algo llamado Patriarcado nos hace la zancadilla constantemente haciéndonos tropezar hasta caer a pesar de que no paramos de levantarnos.