«Hacerse la sueca» es Navidades es bien

Muchas personas sienten que si pasan estos días de Navidad junto a familiares que les hicieron daño, se fallan a sí mismas/os por no enfrentar el conflicto que esto les genera, sin embargo desde el enfoque de la Terapia Feminista la visión es bien distinta y ahí va mi spoiler: «enhorabuena, querida/o te estás cuidando».
 
Lo primero: si en estos días te toca sentarte en la mesa junto a tu agresor o agresora, te abrazo fuerte. Si algo sabemos quienes nos dedicamos a la Terapia Feminista es que la mayoría de las violencias que sufrimos vienen de personas de nuestro entorno cercano y es especialmente en Navidad cuando en las familias se activan todo de manipulaciones con  el único objetivo de silenciar y negar el dolor de las víctimas con frases como «sigue adelante», «olvídalo ya» o «hazlo por tu abuelo que no sabemos cuándo será su última Nochebuena». 
 
Tus familiares, vecinos o amigos de la familia de toda la vida, esas personas que sobre el papel te quieren muchísimo pero cada Nochevieja no paran de juzgar tu forma de ser o tus decisiones en la vida. Por eso, si has decidido ir a esa reunión familiar o poner cara de póker y no soltar prenda cada vez que tu cuñado aparezca con una de las suyas, no te creas una mala o un mal feminista y ni por asomo pienses que no estás siendo valiente por no mandarlos a todos a la mierda. Piensa que si has decidido hacerlo conscientemente es porque por alguna razón quieres estar ahí y lo principal en ese momento es que tú te sientas protegida/o en un ambiente que bien sabes puede llegar a ser muy hostil.
 
Por eso, no te metas si no quieres en guerras que conoces y que aunque tengas toda la razón, has perdido históricamente porque nadie a tu alrededor es capaz de reconocer lo mismo que estás viendo tú. No te convenzas de que estás retrocediendo en tu proceso terapéutico, piensa que para muchos son días de felicidad pero también son días de enfrentar historias del pasado, personas terroríficas y patrones familiares que son tremendamente dolorosos.
 
Así que, mucho ánimo y Feliz todo para ti hoy y siempre. Y si sientes que las Navidades, tu familia y/o tus emociones te desbordan, recuerda que además de «apuntarme al gimnasio», «dejar de fumar» o «beber menos», existen otros propósitos de nuevo año estupendos como comenzar Terapia Feminista.